miércoles, 27 de agosto de 2008

Watchmen

¿Que puedo agregar de esta novela grafica que ya no se haya dicho antes? ¿Qué es el mejor comic de todos los tiempos? ¿Que hasta el día de hoy sigue siendo objeto de estudio? ¿Qué influyo en gran parte de los comic de hoy en día? ¿Que si no la leíste debes hacerlo ya?

No señores, todo eso ya lo dijeron otros antes que yo así que solo me voy a dedicar a hacer una breve (si cabe la posibilidad) reseña, de que va la cosa, quienes la protagonizan y poco mas. El resto deben sacarlo ustedes mismos con la lectura de esta fabulosa obra.



La novela empieza con el asesinato de Edward Blake, aventurero retirado, que tiene lugar en Nueva York el 12 de octubre de 1985, año en el que Nixon aun gobierna, una Norteamérica en la que surgieron los vigilantes enmascarados a finales de los 30`s y en la que fueron tolerados hasta finales de los 70`s cuando el gobierno les pidió que revelaran su identidades o se retiraran.



La descripción de los hechos y la investigación que realiza una pareja de detectives no arroja mucha luz sobre el caso: Blake, que había estado a sueldo del gobierno, podría haber sido asesinado por comunistas soviéticos, aunque ésta hubiese sido una acción temeraria dada la superioridad que en la historia poseen los Estados Unidos en la carrera armamentística; además, Blake se mantenía en una excelente condición física, por lo que resulta difícil de concebir que alguien hubiese podido enfrentarse a él y terminar arrojándolo por la ventana.

Los detectives discuten la necesidad de llevar la investigación con discreción, por temor a atraer la atención del último de los aventureros en activo, Rorschach. Pero este comienza a realizar sus pesquisas de manera clandestina y pronto descubre que Blake es el Comediante, uno de los dos únicos aventureros amparados por el gobierno. Creyendo que el asesinato de Blake es parte de una conspiración para eliminar a los viejos enmascarados, Rorschach se dedica a advertir a otros héroes.



Así se nos presenta al resto de los justicieros: Jon Osterman (el Dr. Manhattan, aventurero autorizado por el gobierno) y su amante, Laurel Jane Juspeczyk (el segundo Espectro de Seda), Daniel Dreiberg (el segundo Búho Nocturno y antiguo compañero de Rorschach) y Adrian Veidt (Ozimandias, con fama de ser uno de los hombres más inteligentes del mundo, retirado desde el año 75 y dueño de un imperio comercial).

La investigación de la muerte del Comediante llevara a Rorschach a desencadenar una serie de eventos que afectaran la vida de todos sus antiguos compañeros y no solo la de ellos sino la del mundo entero.

Este es el argumento que desarrolla la novela grafica The Watchmen. Pero esto no se queda aquí, la novela es mucho mas profunda y la cantidad de historias, flash back y sub historias que la conforman nos terminan de presentar una obra compleja, una obra maestra por donde se la mire.

Watchmen se convirtió en 1988 en la primera novela gráfica en conseguir un Premio Hugo, galardón otorgado a escritores de los géneros de ciencia ficción y fantasía. Además, es la única obra de su género que aparece en la lista elaborada en el año 2005 por la revista Time 100 best novels. 1923 to the present, que incluye una selección de cien novelas en lengua inglesa publicadas desde el año 1923.

Es una obra que admite varias lecturas, tanto en el guión como en los dibujos. Las líneas de Gibbons son sencillas, muy próximas a la escuela Marvel/DC, con una plumilla precisa y clara. El color, por otro lado, es muy primario, algo tosco en algunas viñetas. Nadie puede decir, sin duda, que el aspecto gráfico de Watchmen sea malo, de hecho es muy correcto, pero en ningún caso espectacular. La diferencia esta en la extraordinaria composición de cada página, describiendo constantes vuelos de cámara y armando cada viñeta concienzudamente a favor de la página completa.

Los personajes

Edward Blake – El Comediante

Desde los primeros capítulos nos es presentado como un ser depravado y amoral, pero también como el único capaz de ver lo que hay detrás de las mentiras y montajes organizados por el poder y la sociedad, y una vez que un hombre es capaz de ver, no puede darle la espalda a la verdad y pretender que no existe.

No es casual, por tanto, que con este perfil se convierta en el mercenario perfecto del gobierno, capaz de despertar la admiración de la prensa más conservadora (magistralmente retratada en el magazine New Statesmen) y el desprecio de los sectores más liberales, pero capaz de acallar las críticas más encendidas tras resolver con precisión y eficacia un secuestro aéreo.

Es el nuevo modelo de superhéroe, totalmente pragmático y sin prejuicios morales para exterminar al enemigo del estado
. En la América de la guerra fría no hay lugar para enmascarados coloristas de moral intachable, de forma que él y el Dr. Manhattan se convierten en los únicos vigilantes autorizados por el gobierno.

Rorscharch

Si el comediante es la locura y el cinismo, Rorscharch es el resentimiento y la amargura. El capítulo 6 se dedica casi en exclusiva a la narración de su tortuoso pasado, cuyo clímax señala el ecuador de la historia.

Es el único del que podemos conocer sus impresiones de los hechos en los que se ve involucrado, mediante los fragmentos de su diario que Moore pone a modo de narración. Rorscharch, por tanto, asume en muchos capítulos el papel de nuestro "guía turístico" por las callejuelas del relato.

A través de sus notas personales conocemos su talante político, ultraderechista y paranoico, que unido al dramático pasado del personaje y los acontecimientos que presencia, conforman el caldo de cultivo del aventurero enmascarado, y parece confirmar la sutil relación sugerida por el personaje del Comediante: el súperheroísmo implica una cierta forma de fascismo. De hecho, los personajes politicamente correctos, como Dan Dreiberg, Adrian Veidt o Laurel Juspeczyk, son los únicos que acogen inmediatamente el retiro forzoso.

El Dr Manhattan

A pesar de ser el único personaje con lo que se puede llamar superpoderes al tener dominio absoluto sobre el átomo, el Dr.Manhattan (Jon Osterman) es el más alejado de todos ellos al concepto tradicional de superhéroe.

Su única motivación para luchar contra el crimen es el cumplimiento de las órdenes del Pentágono
, que a su vez piensan que debe hacerlo porque "los periódicos dicen que lucha contra el crimen". ¿Es por tanto un títere de la opinión pública?.

Más bien parece que el Dr.Manhattan está por encima de los triviales conflictos humanos, y se interesa más por la cuántica y la relatividad que por la delincuencia, las guerras o incluso aquellos que le rodean o le aman.

De hecho, el Dr.Manhattan parece estar lejos de la condición humana: sus poderes son aparentemente ilimitados, y su primera aparición pública parece la visión colectiva una figura celestial, acompañada incluso de un milagro.

Como era de esperar, la entrada en escena de un personaje así tiene consecuencias políticas arrolladoras, que se analizan en el soberbio apéndice del capítulo 4: "Dr. Manhattan: superpoderes y superpotencias". El verdadero hallazgo de este personaje, por lo tanto, no reside tanto en el personaje en sí mismo, sino en la seriedad y plausibilidad con las que Moore plantea las consecuencias de la existencia en la sociedad actual de un humano con superpoderes.

Adrian Veidt

El fundador de la corporación Veidt es el único vigilante que decide retirarse de forma voluntaria, antes de que el acta Keene declarase ilegal al vigilantismo.

De hecho es el único personaje que parece haber alcanzado el éxito en todas las facetas de su vida
, usando su extraordinaria inteligencia para fundar de la nada una multinacional que incluso fábrica y comercializa los muñequitos de acción de Ozymandias11, la identidad superheróica de Adrian Veidt.

Pero este playboy multimillonario es mucho más, y su trascendencia en el relato pasa de la presencia anecdótica al protagonismo casi absoluto. ¿Qué se oculta detrás de ese rostro amable y carismático, capaz de encandilar incluso a los implacables periodistas de Nova Press?.

Dan Dreiberg

Si Rorscharch era el reflejo oscuro de los superhéroes, Dan Dreiberg es el reflejo turbio y borroso. En su día, bajo la identidad de Buho Nocturno, llegó a desarrollar ingeniosos gadgets y dispositivos de alta tecnología para la persecución de malhechores, e incluso llegó a formar equipo con Rorscharch en la lucha contra el mal.

Moore se inspira sin rubor en Batman, hasta el punto de basar su imaginería en otro animal nocturno volador. Sin embargo, los años pesan, al menos para Dan, y se convierte en el cuarentón rechoncho, solitario y depresivo de Wathmen, incapaz incluso de explicar los motivos que impulsaban sus actos heroicos.

A pesar de ser el más estereotipado, el lector se identifica y simpatiza rápidamente con él, por lo que el personaje tiene mucha más carga dramática y sentimental que los demás.

Laurel Juspeczyk

Si en el mundo de los superhéroes hay un hueco importante para las féminas, no iba a ser menos en Watchmen. Los personajes de Laurel Juspeczyk y especialmente su madre Sally Jupiter conservan todos los tópicos de la industria: trajes asombrosamente pequeños y ceñidos, seudónimos sonoros e insinuantes o actitudes risueñas e indisciplinadas.

Como en otros personajes, el tópico es fachada, tras la cual se esconden conflictos personales y sociales: la madre se comporta como una diva hollywoodense, inestable e incapaz de educar a su hija en un ambiente tranquilo y afectuoso, y ésta acaba lamentando amargamente los años echados por la borda correteando por tejados y persiguiendo delincuentes



Aqui el trailer de la pelicula que se estrenara en 2009 ¿si? ¿SIIII? padre nuestro que...

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