No señores, todo eso ya lo dijeron otros antes que yo así que solo me voy a dedicar a hacer una breve (si cabe la posibilidad) reseña, de que va la cosa, quienes la protagonizan y poco mas. El resto deben sacarlo ustedes mismos con la lectura de esta fabulosa obra.

La novela empieza con el asesinato de Edward Blake, aventurero retirado, que tiene lugar en Nueva York el 12 de octubre de 1985, año en el que Nixon aun gobierna, una Norteamérica en la que surgieron los vigilantes enmascarados a finales de los 30`s y en la que fueron tolerados hasta finales de los 70`s cuando el gobierno les pidió que revelaran su identidades o se retiraran.

La descripción de los hechos y la investigación que realiza una pareja de detectives no arroja mucha luz sobre el caso: Blake, que había estado a sueldo del gobierno, podría haber sido asesinado por comunistas soviéticos, aunque ésta hubiese sido una acción temeraria dada la superioridad que en la historia poseen los Estados Unidos en la carrera armamentística; además, Blake se mantenía en una excelente condición física, por lo que resulta difícil de concebir que alguien hubiese podido enfrentarse a él y terminar arrojándolo por la ventana.
Los detectives discuten la necesidad de llevar la investigación con discreción, por temor a atraer la atención del último de los aventureros en activo, Rorschach. Pero este comienza a realizar sus pesquisas de manera clandestina y pronto descubre que Blake es el Comediante, uno de los dos únicos aventureros amparados por el gobierno. Creyendo que el asesinato de Blake es parte de una conspiración para eliminar a los viejos enmascarados, Rorschach se dedica a advertir a otros héroes.

Así se nos presenta al resto de los justicieros: Jon Osterman (el Dr. Manhattan, aventurero autorizado por el gobierno) y su amante, Laurel Jane Juspeczyk (el segundo Espectro de Seda), Daniel Dreiberg (el segundo Búho Nocturno y antiguo compañero de Rorschach) y Adrian Veidt (Ozimandias, con fama de ser uno de los hombres más inteligentes del mundo, retirado desde el año 75 y dueño de un imperio comercial).
La investigación de la muerte del Comediante llevara a Rorschach a desencadenar una serie de eventos que afectaran la vida de todos sus antiguos compañeros y no solo la de ellos sino la del mundo entero.
Este es el argumento que desarrolla la novela grafica The Watchmen. Pero esto no se queda aquí, la novela es mucho mas profunda y la cantidad de historias, flash back y sub historias que la conforman nos terminan de presentar una obra compleja, una obra maestra por donde se la mire.
Watchmen se convirtió en 1988 en la primera novela gráfica en conseguir un Premio Hugo, galardón otorgado a escritores de los géneros de ciencia ficción y fantasía. Además, es la única obra de su género que aparece en la lista elaborada en el año 2005 por la revista Time 100 best novels. 1923 to the present, que incluye una selección de cien novelas en lengua inglesa publicadas desde el año 1923.
Es una obra que admite varias lecturas, tanto en el guión como en los dibujos. Las líneas de Gibbons son sencillas, muy próximas a la escuela Marvel/DC, con una plumilla precisa y clara. El color, por otro lado, es muy primario, algo tosco en algunas viñetas. Nadie puede decir, sin duda, que el aspecto gráfico de Watchmen sea malo, de hecho es muy correcto, pero en ningún caso espectacular. La diferencia esta en la extraordinaria composición de cada página, describiendo constantes vuelos de cámara y armando cada viñeta concienzudamente a favor de la página completa.
Los personajes
Edward Blake – El Comediante

No es casual, por tanto, que con este perfil se convierta en el mercenario perfecto del gobierno, capaz de despertar la admiración de la prensa más conservadora (magistralmente retratada en el magazine New Statesmen) y el desprecio de los sectores más liberales, pero capaz de acallar las críticas más encendidas tras resolver con precisión y eficacia un secuestro aéreo.
Es el nuevo modelo de superhéroe, totalmente pragmático y sin prejuicios morales para exterminar al enemigo del estado. En la América de la guerra fría no hay lugar para enmascarados coloristas de moral intachable, de forma que él y el Dr. Manhattan se convierten en los únicos vigilantes autorizados por el gobierno.
Rorscharch

Es el único del que podemos conocer sus impresiones de los hechos en los que se ve involucrado, mediante los fragmentos de su diario que Moore pone a modo de narración. Rorscharch, por tanto, asume en muchos capítulos el papel de nuestro "guía turístico" por las callejuelas del relato.
A través de sus notas personales conocemos su talante político, ultraderechista y paranoico, que unido al dramático pasado del personaje y los acontecimientos que presencia, conforman el caldo de cultivo del aventurero enmascarado, y parece confirmar la sutil relación sugerida por el personaje del Comediante: el súperheroísmo implica una cierta forma de fascismo. De hecho, los personajes politicamente correctos, como Dan Dreiberg, Adrian Veidt o Laurel Juspeczyk, son los únicos que acogen inmediatamente el retiro forzoso.
El Dr Manhattan

Su única motivación para luchar contra el crimen es el cumplimiento de las órdenes del Pentágono, que a su vez piensan que debe hacerlo porque "los periódicos dicen que lucha contra el crimen". ¿Es por tanto un títere de la opinión pública?.
Más bien parece que el Dr.Manhattan está por encima de los triviales conflictos humanos, y se interesa más por la cuántica y la relatividad que por la delincuencia, las guerras o incluso aquellos que le rodean o le aman.
De hecho, el Dr.Manhattan parece estar lejos de la condición humana: sus poderes son aparentemente ilimitados, y su primera aparición pública parece la visión colectiva una figura celestial, acompañada incluso de un milagro.
Como era de esperar, la entrada en escena de un personaje así tiene consecuencias políticas arrolladoras, que se analizan en el soberbio apéndice del capítulo 4: "Dr. Manhattan: superpoderes y superpotencias". El verdadero hallazgo de este personaje, por lo tanto, no reside tanto en el personaje en sí mismo, sino en la seriedad y plausibilidad con las que Moore plantea las consecuencias de la existencia en la sociedad actual de un humano con superpoderes.
Adrian Veidt

De hecho es el único personaje que parece haber alcanzado el éxito en todas las facetas de su vida, usando su extraordinaria inteligencia para fundar de la nada una multinacional que incluso fábrica y comercializa los muñequitos de acción de Ozymandias11, la identidad superheróica de Adrian Veidt.
Pero este playboy multimillonario es mucho más, y su trascendencia en el relato pasa de la presencia anecdótica al protagonismo casi absoluto. ¿Qué se oculta detrás de ese rostro amable y carismático, capaz de encandilar incluso a los implacables periodistas de Nova Press?.
Dan Dreiberg

Moore se inspira sin rubor en Batman, hasta el punto de basar su imaginería en otro animal nocturno volador. Sin embargo, los años pesan, al menos para Dan, y se convierte en el cuarentón rechoncho, solitario y depresivo de Wathmen, incapaz incluso de explicar los motivos que impulsaban sus actos heroicos.
A pesar de ser el más estereotipado, el lector se identifica y simpatiza rápidamente con él, por lo que el personaje tiene mucha más carga dramática y sentimental que los demás.
Laurel Juspeczyk

Como en otros personajes, el tópico es fachada, tras la cual se esconden conflictos personales y sociales: la madre se comporta como una diva hollywoodense, inestable e incapaz de educar a su hija en un ambiente tranquilo y afectuoso, y ésta acaba lamentando amargamente los años echados por la borda correteando por tejados y persiguiendo delincuentes
Aqui el trailer de la pelicula que se estrenara en 2009 ¿si? ¿SIIII? padre nuestro que...
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