Gran Torino - Otro gran producto de Clint Eastwood

Entusiasmado por las criticas favorables me decidí a ver Gran Torino aprovechando que estoy vacacionando de lo lindo (porque el cine no me puede faltar nunca). Claro esta que no solo las criticas me impulsaron a acudir a la sala cinematográfica sino que además me entusiasmaba la idea de ver un nuevo producto de Clint Eastwood que, desde hace un buen tiempo, suele ofrecer muy buena calidad en cada uno de sus films.

Gran Torino nos cuenta la historia de Walt Kowalski, un veterano de la Guerra de Korea, racista, conservador y amargado que vive en un barrio que, con el paso del tiempo, se esta convirtiendo en zona de inmigrantes Coreanos e hispanos. Thao, el hijo menor de los vecinos Hmong de Walt, intenta robarle el auto a este, un Ford Gran Torino de los años 70 (el mismo que utilizaban Starsky y Hutch en la vieja serie de tv) que mantiene en perfecto estado, obligado por una banda de pandilleros que asolan el lugar.

Pero el robo fracasa y al enterarse lo que su hijo intento hacer, la madre del chico le pide a Walt que acepte tener a Thao trabajando gratis para el hasta que puede saldar su deuda moral. En un comienzo Walt no acepta pero debido a la presión de los vecinos decide aceptar y asi comienza una nueva relación entre este sujeto tan conservador y el joven Hmong.

Los cambios a los que se ve sometido un hombre viejo, las pandillas de delincuentes y la violencia sirven de plataforma a una película en la que la comedia y los buenos sentimientos tienen más importancia que el drama. Pero Eastwood no necesita demasiado dramatismo para ponernos los pelos de punta con un par de secuencias formidables y sorpresivas que le dan el broche de oro a la cinta.

Clint Eastwood juega con nosotros a lo largo del film, con nuestro conocimiento de su filmografía tanto en películas del Far West como en el legendario Harry el Sucio. Desde su promoción, la idea de ver una secuela de Harry el Sucio sobrevuela la película y ya desde las primeras secuencias podemos ver una cantidad de referencias a su historia cinematográfica.

Walt Kowalski es un William Munny mas avejentado. Alguien que carga sobre sus espaldas muchas muertes que pesan cada día más, pero que no hacen mella a la hora de disparar nuevamente. Aunque Walt tiene una conciencia personificada en el cura que no deja de insistir para que el protagonista siga yendo a la iglesia. Pero es una conciencia un poco venida a menos, poco convincente e ignorante de lo duro que el mundo puede ser con la gente.

Nunca deja de ser una historia sencilla, pobre en su factura técnica pero muy rica en materia de interpretaciones. La mayoría de los actores son amateurs, gente completamente desconocida y creo que Clint quería exactamente eso para su película, quería que los inmigrantes estuvieran por fuera de lo que la actuación norteamericana nos tiene acostumbrados. Pero la gran basa de Eastwood es el personaje que el mismo personifica. Eastwood nos da clases de actuación en este film, en cada gesto, en cada mirada se refleja el dolor y al mismo tiempo el descubrimiento de un mundo nuevo para un personaje que se había estancado en el tiempo.


Gran Torino, finalmente es una gran película, superior a muchas producciones del medio y que nos provee de un excelente guión, momentos graciosos y dramáticos, y un gran final. Tal vez la película despedida de un actor que cuelga las pistolas dando a entender que por desgracia la violencia engendra violencia y si lo buscamos bien, tal vez encontremos otro camino para que la justicia sea una realidad y no tan solo una utopía. Un film muy recomendable en tiempos de tanta “inseguridad” como los que corren hoy en día.