"Knowing" Entretenimiento asegurado

Me encuentro este fin de semana con una agradable sorpresa al ver esta “Knowing” ("Señales del futuro" o "Cuanta regresiva") ya que ni por un momento imaginé que una película de cine catástrofe y menos con Nicolas Cage de protagonista, pudiera entretenerme como lo hizo este film.

No me voy a poner a comentar lo que hizo y dejo de hacer Alex Proyas como director ya que de por si es un detalle al que no le preste atención al sentarme a ver este producto. Si diré que pensando en lo trillado que esta el cine catástrofe últimamente sobre todo con productos de apabullante grandilocuencia y huecos hasta el hartazgo como los presentados por Roland Emmerich.

Me senté en la butaca esperando ver mas de lo mismo, ya que Emmerich nos ha mostrado las mil y un maneras en que Nueva York seria destruido en caso de una gran catástrofe, aunque con la cara de Cage en lugar de la de algún otro.

Si bien la película recurre a los mil y un clichés ya trillados del género, creo que la composición general de los mismos y el manejo que el director hace del mismo es bastante prolijo hasta el punto de generar un entretenimiento asegurado para los seguidores de este genero.

Inclusive algunas escenas catastróficas están tan bien logradas que logra ponernos los pelos de punta como en el caso del accidente aéreo primero y en menor medida el accidente en el subway.

Si bien el argumento nos pasea por una historia que se mueve dentro del cine catástrofe, el suspenso, el terror y la ciencia ficción, sin atisbos de aburrir, la conclusión del mismo se hace previsible a la mitad del film aunque, claro esta, la sorpresa llega en forma no de conclusión, sino en que, en esta película, logramos llegar a un final que es irrevocable y que no le tiene miedo a lo inevitable presentándolo de manera correcta.

Si hay algo que me tiene podrido en el cine americano de este tipo o de algún otro, es que lo que tendría que pasar no pasa porque algún personaje principal logra evitarlo a ultimo momento contra toda lógica y sin ninguna ayuda mas que la de los guionistas.

Aquí lo que tiene que pasar pasa y cualquier idea esperanzadora que pueda verse es mero aditamento que no hace al producto final más que mosquear a alguno que se pueda sentir molesto con una idea religiosa que se pueda leer entre líneas.

Porque el punto de la religiosidad del film estoy seguro que va a molestar a muchos no creyentes (aunque algunos puedan encontrar refugio en una explicación de ciencia ficción) que, tal como ocurre con los creyentes ante filmes como “Ángeles y Demonios”, se van a sentir heridos en su creencia profunda de no creencia (¿se entiende?).

No es que sea una película religiosa, pero Proyas utiliza todo lo que tiene a mano para encontrar un camino donde no lo hay y poder entregarnos un final que guste a unos y otros.

De las actuaciones podemos rescatar el papel de Cage que a pesar del siempreigualismo (para mi Nicolas Cage actúa siempre igual) que lo caracteriza, logra trasmitir en algunas escenas lo que debería ser, sin muchos recursos extravagantes.

Lo peor del film recae en las actuaciones del niño (Chandler Canterbury) que de verdad se queda corto en algunas escenas donde debería acompañar un poquito más para lograr el típico momento dramático de la película.

En fin, nos encontramos con una película que, creo yo, es perfecta dentro de un género que a lo largo de su historia ha sido duramente golpeado y que en el fondo solo busca entretener.